El primer error que nunca se debe cometer es confundir una vigueta pretensada con una viga.
Una viga es un elemento estructural. Tanto su sección de hormigón como su sección de acero se calculan en función de las cargas que deben soportar y de la distancia entre sus apoyos.
Mientras más larga sea una viga, más ancha y alta deberá ser; como así también su sección de acero deberá ser mayor.
Una vigueta, en cambio, es un elemento semirresistente. No es un elemento estructural. Su sección de hormigón permanece constante. No importa si la vigueta mida un metro o siete metros de largo. Lo único que va aumentando, a medida que aumenta su longitud, es la sección de acero
Tampoco se deben confundir a las viguetas con perfiles, ya sean metálicos o de madera, puesto que sus conceptos de trabajo son distintos.
En la siguiente foto se puede observar cómo los perfiles de madera (de sección rectangular) sostienen el techo de madera machihembrada
Dichos perfiles son elementos resistentes, portantes y estructurales puesto que son los encargados de sostener al techo de madera
En cambio, las viguetas no sostienen a los demás elementos de la losa (capa de compresión y bovedillas) sino que, al estar adheridas al hormigón de la capa de compresión, solamente conforman la armadura de la losa:
Es por ello que las viguetas pretensadas tienen forma de “T” invertida, para permitir el calce de las bovedillas, las cuales van a actuar, sólo como un encofrado perdido, ya que son inertes en la losa.
Es decir que las viguetas pretensadas no están diseñadas para soportar cargas por sí solas debido a que esa forma de “T” invertida hace que las mismas, tengan una sección de hormigón insuficiente como para poder hacerlo. O sea que, sólo deben soportar cargas de manera solidaria con el hormigón de la capa de compresión, formando parte de una losa.
De allí es que deben ser correctamente apuntaladas, siguiendo las recomendaciones del Manual de uso de las viguetas NORVIGUET RA90 y mantener ese apuntalamiento hasta que el hormigón, de la capa de compresión, tenga la suficiente resistencia. Mínimo, 20 días.
Es importante no cometer los siguientes errores en apuntalamiento:
Los puntales nunca deben apoyar directamente en el piso ya que si el piso no es firme, el puntal puede penetrar en el mismo como una aguja o se puede desplazar al no estar calzado.
| Tabla usada como puntal flexionada |
Nunca usar tablas como largueros y como puntales puesto que, por su delgada sección, las mismas se pueden doblar por el peso del hormigón fresco y eso ocasionaría que las viguetas no apoyen correctamente en el apuntalamiento y se podrían fisurar o incluso, quebrar
Nunca usar bloques o ladrillos como bases de los puntales porque se podrían romper o mover y eso afectaría la estabilidad del apuntalamiento
Los largueros deben ser tirantes de 3×3”. Los puntales deben ser postes de 3×3” y dichos puntales deben tener bases firmes y estables como muestra el siguiente gráfico:
Las viguetas nunca deben usarse para tapar pozos, puesto que es imposible colocar puntales debajo de ellas y el resultado es que se quebrarían ya que las viguetas no pueden soportar cargas por sí solas
Las viguetas nunca deben usarse para sostener tanques de agua. Y mucho menos ubicarlas en posición invertida. En este caso, el tanque aún estaba vacío, por eso las viguetas no se habían quebrado pero ya había una fisurada
CONCLUSIÓN:
Si las viguetas comienzan a soportar cargas por sí solas debido a un deficiente apuntalamiento, o por ser utilizadas para tareas para las que no han sido diseñadas, es muy probable que las mismas se fisuren o se quiebren pudiendo provocar el derrumbe de la losa que se esté ejecutando en ese momento, lo que sería total responsabilidad del constructor.
